Mostrando entradas con la etiqueta culturas populares. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta culturas populares. Mostrar todas las entradas

jueves, 31 de octubre de 2019

Día de muertos

En este programa número 24, Sinaí y Adriana debaten sobre el dia de muertos desde Ciudad de México, un paseo desde las culturas populares y las vivencias personales, ilustrado con diversas músicas.


CRÉDITOS

Sintonía: Alegría - Albertucho

Canciones del programa por orden de aparición:
Un Puño de Tierra - Antonio Aguilar
Vasija de Barro - Mariela Condo
Sobre una Tumba a una Rumba - Los Folkloristas
La Llorona · Tlacuatzin
Tres Marías (Marcha Fúnebre) - Banda Filarmónica Municipal De Totontepec Villa De Morelos

Programa bajo licencia CC-by-sa-nc a excepción de la música. Uso educativo.

sábado, 8 de octubre de 2016

RESUMEN/DEVOLUCIÓN del curso Desde la práctica asistencial a la participación comunitaria

Esta formación se plantea desde la necesidad de dotar de sentido práctico el aspecto comunitario de nuestra labor como profesionales de la salud.

Ha constado de 4 sesiones dinamizadas por Estefanía ZARDOYA y Javier ENCINA (impartidas en Ferrol afinales de septiembre y principios de octubre):
  1. Ilusionismo Sanitario: Autogestión de lo cotidiano en salud
  2. Participando con y desde la gente
  3. Culturas populares: espacios y tiempos cotidianos
  4. Desempoderamiento comunitario y autogestión de la vida cotidiana
Este resumen es una propuesta de Estefanía Zardoya...

Desde las instituciones educativas, es decir, desde la escuela infantil hasta la Universidad y el resto de organismos que imparten la formación convencional, se nos ha planteado el aprendizaje, encaminado a formar personas para atender a las necesidades del mercado de cada momento de la historia, desde un punto de vista eminentemente individualista bien como parte de una línea de producción en serie bien evolucionando hacia grupos de trabajo por proyectos y desarrollo por competencias que, lejos de potenciar una actitud colaborativa como a priori pudiera parecer, nos invitan solapadamente, a la competición, ahora en grupo (de competencia, competir), para satisfacer las necesidades del mercado que precisa de creatividad pero no para favorecer que la gente autogestione su vida cotidiana sino para mantener una sociedad de consumo sin armonía con su entorno social y natural. Podríamos  pensar que esto no tiene mucho que ver con la Medicina Comunitaria y sin embargo está íntimamente relacionado puesto que formamos parte de un sistema complejo  (Teorías de la complejidad, Edgar Morin, 1977; Michell Waldrop, 1994) producto a su vez, de una gran diversidad de sistemas que operan e interactúan de manera simultánea. Si olvidamos esto, favorecemos un modelo de sociedad a la que nos conducen el mercado y el estado y por la que nosotros nos dejamos conducir y que está teniendo unas consecuencias devastadoras en la salud de la población (enfermedades cardiovasculares, cáncer, iatrogenia, trastornos psiquiátricos, medicalización de la vida cotidiana…).

Partiendo de esta perspectiva de lo que nos rodea,  el curso ha pretendido ser un simulacro, algo vivencial, donde se experimentaran las distintas formas de resolver los problemas a la hora de trabajar con la comunidad; individual/grupal/intergrupal/colectivo,  donde se diera prioridad a las formas de relación más que a los contenidos, donde se expusieran distintas propuestas en torno a un tema para invitar a la reflexión y no simplemente una ocasión de verter contenido en las personas haciéndolas pasar de un dogma a otro, donde se respetaran los silencios y los tiempos de cada uno, su deseo o no de compartir en colectivo en cada momento, es decir, como en la vida cotidiana. Esta es la propuesta hecha por el Ilusionismo Social tras su experiencia en diferentes procesos de participación llevados a cabo en lugares diversos  a lo largo de los años y no es una experiencia sólo teórica sino práctica como hemos podido comprobar aún a pesar de las dificultades que supone el formato de un curso de 16h con respecto a un proceso de meses/años.



A lo largo de estos días, desde mi perspectiva hemos debatido sobre temas muy interesantes de cara a trabajar desde el punto de vista comunitario. Cabría resaltar algunos:

El ilusionismo social no es una metodología, sino una forma de trabajar con y desde la gente, sin objetivos a priori, a partir de una reflexión desde la complejidad y en los espacios y tiempos cotidianos; que son donde se generan las culturas populares por repetición creativa con sus formas de relación. Se trata de alejarse de un camino predeterminado, previamente hecho, transitado, ir construyendo junt@s usando  herramientas que existen( carteles del reparto, telenovela Pasión de Palomares, tendedero de los deseos…), construyendo otras adaptadas al proceso concreto, entendiendo que la interrelación marca nuestra vida y que unas cosas se mezclan con otras, poniendo en valor las culturas populares como fuente de conocimiento valiosísimo porque su sabiduría reside no sólo en el fondo sino también en la forma y porque no responde a necesidades del estado ni del mercado sino a la necesidad de la gente de compartir la vida cotidiana.

Cuando hablamos de ilusionismo sanitario nos referimos a introducir la complejidad mencionada en temas de salud, porque ésta no se puede entender al margen de la sociedad (incluyendo la cultura), la economía o el medio ambiente. Las personas en sus relaciones con el entorno y manteniendo alineados en pensar/sentir/hacer,  construiremos o no nuestro estado de bienestar biopsicosocial (definición de salud de la OMS). Además se pretende ir un paso más allá, entendiendo esto como una forma de construir colectivamente la autogestión en salud, desde el desempoderamiento comunitario que propone que los pacientes se conviertan en sujetos activos de su propia salud, que compartamos, pacientes y sanitarios, los conocimientos que tenemos; de la cultura institucional( medicina alopática) ,de la alternativa( acupuntura, homeopatía, reiki…), de las culturas populares( medicina natural) y que los profesionales sanitarios, siendo conscientes de que cada uno es el máximo conocedor; de su vida, de su cuerpo, de su historia, de sus saberes…, hagamos dejación de poder hacia abajo, construyendo juntos la salud comunitaria, abandonando el papel de salvadores de los demás. No seremos la autoridad sino dinamizadores de procesos de participación ciudadana en temas de salud, con y desde la gente, trabajando las formas de relación, compartiendo la responsabilidad y la toma de decisiones.

Entender las diferentes formas de participación que se pueden dar en un proceso de construcción colectiva en salud, nos permitirá entrever qué tipo de sociedad estamos ayudando a generar como profesionales sanitarios. Una sociedad medicalizada y dependiente del sistema sanitario, con usuarios de consumo en forma de servicios sanitarios y tratamientos o bien una sociedad saludable que distinga la enfermedad de lo que no lo es, se autogestione y participe colectivamente en la construcción de la salud de la comunidad. 
 Si  queremos empezar un proceso de participación en el que “se cuente más con la gente”, debemos pensar que no somos la primeras personas a las que se nos ocurre algo así. Además, tendríamos que saber que las formas en las que se han hecho procesos de participación las podemos resumir en tres:
  • La primera sería trabajar por y para quien nos paga. No tenemos que preguntarnos nada, ni trabajar con nadie; sino hacer lo que nos han mandado, o cumplir los objetivos que nos han marcado o nos hemos marcado previamente. Ejemplos: Gacela, escalas que cumplimentamos, objetivos impuestos por la administración…En el fondo, nos acercamos a la gente para conseguir algo de la gente (información, dinero, atención...).
  • La segunda sería trabajar por y para la gente. No tenemos porqué preguntarnos nada que no esté ya contestado por nosotros mismos o en los objetivos, ni trabajar con nadie que no esté en nuestro círculo o en el plan de acción. Lo que tenemos que hacer es conocer qué necesita la gente y dárselo. Ejemplos: hacer un estudio de “necesidades” y tras nuestro análisis montar un grupo de trabajo en EPOC, Diabetes, adolescentes…En la práctica haríamos básicamente lo mismo que en la primera forma, pero al hacerlo lo haríamos “pensando en la gente”, queriendo aportar algo.
  • La tercera sería trabajar con y desde la gente. Dinamizando para que la gente (pacientes, sanitarios, personal de administración y servicios…) sea las protagonista de su propia vida cotidiana (vida diaria donde la salud forma parte), para que la autogestione(la maneje por si misma) y a partir de ahí, vaya construyendo cómo quiere que sea su centro de salud, su hospital de referencia, su barrio, su pueblo (de forma dialéctica: proponiendo, debatiendo colectivamente y llevando a cabo, en grupos, las diversas propuestas decididas).Ejemplos: Plan del parto, ELA, Procesos de ayuda mútua, unidades de HADO…

Al conocer las experiencias llevadas a cabo en lugares como Palomares, Olivares, Las Cabezas, México, Buenos Aires…con esta forma de hacer del Ilusionismo Social a lo largo del tiempo, hemos podido, a lo largo de este curso, empezar a pensar en una caja de pensamiento más amplia, a sentir y hacer como un todo, sin fraccionarnos, debatiendo junt@s, permitiéndonos soñar con construir algo diferente en lo sanitario también, pasar de la seguridad de lo posible a la esperanza de lo imposible.

Conocer los diferentes paradigmas en lo referente a la lógica del poder y como relacionarnos con él, nos permite entender como una u otra forma de relación en este ámbito, también conduce a un tipo de sociedad u otra en temas de salud: el  empoderamiento (Coaching), la negación del poder (John Holloway), la dispersión del poder (Raúl Zibechi) y el desempoderamiento (Javier Encina y Mª Ángeles Ávila). La propuesta del Ilusionismo Social es esta última, dejar el poder hacia abajo para generar relaciones horizontales, proponer formas de resolver los problemas donde se valora el disenso (complejidad) como forma de construir colectivamente, de resolver las contradicciones, porque el consenso (modernidad), a menudo, nos aleja del hacer bloqueándonos en el pensar. El consenso es una solución cerrada. El conjunto vacío es parte común de todos los conjuntos. A menudo sólo nos podemos poner todos de acuerdo en nada. El consenso implica pérdida de información. El disenso es una solución abierta. El consenso produce la certeza, el disenso la duda. ‘Dudar’ viene de duo+habitare (dubbitare):el que habita dos mundos. De esta forma se diluirían los conflictos y bloqueos en los procesos.

Hubiera sido más fácil haber hecho lo de siempre y como siempre, haberse presentado como autoridad que expone un dogma para convencer al alumnado, en vez de eso se eligió actuar en coherencia con lo que se plantea desde el Ilusionismo, dinamizar a la gente, respetar los tiempos, aceptar el silencio y abrir el debate para construir junt@s un nuevo paradigma humanista en salud. El ser humano es una entidad viva de gran complejidad en la que la parte física es sólo el lado visible del iceberg, es en relación armónica con el entorno social y natural que le rodea donde el ser humano encontrará un estado saludable.

Para continuar esta formacción de forma gratuita y on line, pincha aquí

martes, 20 de septiembre de 2016

Curso #caoscreativo y complejidad: BLOQUE 1 ¿De quién es la lengua?

Llevamos un tiempo planteándonos maneras de construir una formacción que aúne las cosas que estamos haciendo en la universidad con cosas que estamos haciendo en la calle, con gente que conocemos que hace cosas, con gente que no conocemos pero que también hace cosas... y que sirva como excusa para ir creando, potenciando, dinamizando cultivos sociales en la Península Ibérica y América Latina. Porque lo que queremos encontrar es el mestizaje de conocimiento científico, saberes populares, conocimientos alternativos (tanto individuales como colectivos), intercambios intergeneracionales, interculturales, intergénero, etc.

De ahí hemos creado una propuesta de formacción (que trata de entrelazar la formación y la acción) que tiene siempre un componente presencial y uno online. Así podemos tener lo online en común y lo presencial en cada uno de los espacios que vayan sumándose a esta propuesta.


Hemos preparado itinerarios diferentes para las personas participantes, aunando el trabajo presencial con el online hasta completar un total de un módulo formativo de 50 horas. Así, la gente de cada lugar irá realizando un itinerario que le facilite ir encontrándose con gente de otros lugares... Bueno, a lo mejor no se entiende muy bien... ¡es difícil explicar lo complejo!

Este es el Bloque 1, que parte de 20 horas presenciales formativas que se desarrollarán en Donostia-San Sebastián (Gipuzkoa) de la siguiente manera:


BLOQUE 1: ¿De quién es la lengua? Culturas populares y desempoderamiento lingüístico

5 Oct. Normalización lingüística: ¿De quién es la lengua? (euskera) (4 horas)
14 Oct. Desempoderamiento educativo (4 horas)
19 Oct. Culturas populares y poesía (4 horas)
20 Oct. Oralidad y recuperación de la cultura (4 horas)
21 Oct. Desempoderamiento lingüístico (4 horas)
*Acreditación Gobierno Vasco: 25 horas (requiere realizar la inscripción a través del aplicativo oficial irakasle.net y una asistencia mínima del 80% a las sesiones presenciales, más 5 horas de trabajo no presencial: 24-30 Oct. )

Para completar este bloque hay que trabajar 30 horas no presenciales, 6 semanas online:
1ª semana: Cultura institucional, cultura de masas, culturas alternativas y culturas populares
2ª semana: El desempoderamiento
3ª semana: Historias orales
4ª semana: Lengua vs. Idioma. Lo oral y lo escrito.
5ª semana: Identidad e identificaciones. Aunando pensar/sentir/hacer.
6ª semana: Hacia una sociedad convivencial

Este bloque, en su parte presencial, puede también combinarse con cualquiera de los dos cursos en euskera (que también se ofertan a través de irakasle.net para docentes de la enseñanza reglada de la CAPV), presencial u online para obtener las 50 horas lectivas:

IKASTAROA (I): Enseñanza de lenguas en entornos multiculturales (30 horas. Curso presencial en euskera)
IKASTAROA (II): Enseñanza de segundas lenguas en entornos multiculturales (30 horas. Curso online en euskera)

Más información sobre las jornadas en Donostia-San Sebastián

Estas son las entidades que forman parte del certificado social del curso:


jueves, 28 de mayo de 2015

LA ESPERANZA: nuestra visión

La Esperanza es uno de los pilares del desempoderamiento...

Para comprender el desempoderamiento tendríamos que visualizarlo asentado sobre ocho pilares, que tienen que guardar un equilibrio, aunque sea inestable a lo largo del proceso, aunque en cada momento puede haber predominancias, que hay que equilibrar...



Como plantea Edgar Morin (2011, 285), “la esperanza ha resucitado en el corazón mismo de la desesperación. Esperanza no es sinónimo de ilusión. La esperanza verdadera sabe que no es certidumbre, pero sabe, como dijo el poeta Machado, que se hace camino al andar, sabe que la transformación a través de la metamorfosis, aunque improbable, no es imposible”.

La esperanza nos lleva de la seguridad de lo posible a los imposibles, sin romper lo cotidiano y las formas de organización de las culturas populares.


La esperanza de lo imposible from ILUSIONISMO SOCIAL on Vimeo.

Para trabajar la esperanza con y desde la gente tenemos que tener en cuenta los siguientes conceptos y vivencias:

  • esperanza versus esperanza pasiva y del sacrificio;
  • es un contraconcepto de la angustia, de la desesperación y de la desesperanza;
  • nos invita a soñar y abrirnos en libertad hacia el surgimiento de lo inesperado y la aparición de lo improbable.


 Para profundizar nuestro artículo: culturas populares

martes, 12 de mayo de 2015

El 23 de junio, en Sevilla 2ª actividad las Jornadas Internacionales de Desempoderamiento con ALEGRÍA


El próximo 23 de junio a las 19.30 h en la Asociación de Vecin@s "Andalucía", Bda San Diego local 51. 41015 Sevilla. (entre C/ Profesor Tierno Galván y Avda de la mujer trabajadora); será la 2ª actividad de las Jornadas Internacionales de Desempoderamiento, con una sesión dedicada a uno de los pilares del desempoderamiento: LA ALEGRÍA, con Carmen Pérez Araujo (antropóloga y trabajadora social) y Miguel A. Puerto (pedagogo)

El programa de las jornadas

La alegría es una emoción compartida, un estado del sentir/pensar/hacer que abre y conmueve hacia la transformación social. Es un estado que abre los sentidos y que facilita la comprensión, el compartir y la construcción colectiva. Nos desinhibe de las normas sociales o de las normas alternativas, propiciando nuevos escenarios marcados por la confianza..., por el juego y la experimentación que no se atiene a las normas. Abre sin cerrar, la alegría dificulta ese cierre que facilita la conducción del Poder y el dejarnos conducir por dicho Poder, se abre para abrir (no para investigar por donde nos interesa cerrar), para conocer los disensos y poder construir a partir de ellos.

Para trabajar la alegría con y desde la gente tenemos que tener en cuenta los siguientes conceptos y vivencias: 
  • felicidad versus alegría;
  • la organización popular en los espacios y tiempos cotidianos;
  • la risa y sus potenciadores: la comida-bebida, el amor-sexualidad y lo antiinstitucional-la sociedad de los iguales;
  • desencajar el ser para estar de una forma completa.
Tenemos un primer borrador de video que se visionará ese martes 23 ya terminado; o eso esperamos


Y para trabajar y disfrutar con alegría, puede que haya alguna actuación chirigotera...

domingo, 29 de marzo de 2015

Verónica Gago "La razón neoliberal. Economías barrocas y pragmática popular"

Como plantea Verónica Gago en el prólogo de su libro



"Pensar el neoliberalismo como una mutación en el “arte de gobernar”, como propone Foucault (2007) con el término gubernamentalidad, supone entender el neoliberalismo como un conjunto de saberes, tecnologías y prácticas  que despliegan una racionalidad de nuevo tipo que no puede pensarse sólo impulsada “desde arriba”. Foucault ha dicho que la innovación radical del neoliberalismo es que se trata de una forma de gobernar por medio del impulso a las libertades. Lo que a primera vista parece una contradicción se vuelve una forma sofisticada, novedosa y compleja de enhebrar, de manera a la vez íntima e institucional, una serie de tecnologías, procedimientos y afectos que impulsan la iniciativa libre, la autoempresarialidad, la autogestión y, también, la responsabilidad sobre sí. Se trata de una racionalidad, además, no puramente abstracta ni macropolítica, sino puesta en juego por las subjetividades y las tácticas de la vida cotidiana. Como una variedad de modos de hacer, sentir y pensar que organizan los cálculos y los afectos de la maquinaria social. En este punto, el neoliberalismo se vuelve una dinámica inmanente: se despliega al ras de los territorios, modula subjetividades y es provocado sin necesidad primera de una estructura trascendente y exterior. Desde esta perspectiva, el neoliberalismo no se deja comprender si no se tiene en cuenta cómo ha captado, suscitado e interpretado las formas de vida, las artes de hacer, las tácticas de resistencia y los modos de habitar populares que lo han combatido, lo han transformado, lo han aprovechado y lo han sufrido.


(...) Entonces, hablar de neoliberalismo desde abajo es un modo de dar cuenta de la dinámica que resiste la explotación y la desposesión y que a la vez se despliega en (y asume) ese espacio antropológico del cálculo.Esta hipótesis está a la base de una ampliación (temática y conceptual) de la noción misma de neoliberalismo y, por tanto, de la proyección de una nueva afectividad y racionalidad para trazar el mapa político de estas economías fuertemente expansivas de las abigarradas ciudades latinoamericanas (...)

Si se trata de pensar el neoliberalismo no sólo como una doctrina homogénea y compacta, es para poner el foco en la multiplicidad de niveles en los que opera, la variedad de mecanismos y saberes que implica y los modos en que se combina y articula, de manera desigual, con otros saberes y formas de hacer. Tal pluralidad no lo debilita como tecnología de gobierno. Sin embargo, la pluralización del neoliberalismo por las prácticas provenientes “desde abajo” permite ver su articulación con formas comunitarias, con tácticas populares de resolución de la vida, con emprendimientos que alimentan las redes informales y con modalidades de negociación de derechos que se valen de esa vitalidad  social. De nuevo: es en esta pluralización donde también aparecen los modos de resistencia a un modo de gobierno extremadamente versátil. Sin embargo, esas prácticas revelan, sobre todo, el carácter heterogéneo, contingente y ambiguo en que la obediencia y la autonomía se disputan, palmo a palmo, la interpretación y la apropiación de las condiciones neoliberales.

Esta pluralización, también, obliga más que a grandes teorías, a enunciados situados. Por eso aquí trabajamos con situaciones concretas".

El planteamiento de Verónica Gago conecta con lo que planteamos de la conduit


 
y con lo que hablamos del entrelazar de la cultura institucional u oficial con la cultura de masas y las culturas populares, en este modo de entrelazar de la razón neoliberal: las culturas populares quedan subyugadas a las otras...
http://ilusionismosocial.org/mod/resource/view.php?id=478

viernes, 13 de marzo de 2015

Orden, caos y desempoderamiento

La ignorancia (iletrada y letrada) es el orden perfecto; por eso el Poder fomenta el orden, con sus leyes e instituciones.

La sabiduria (iletrada y letrada) es el caos imperfecto; por eso con el desempoderamiento se deja fluir los saberes y con ellos florecen más complejidad, más caos y más incompletitud...


Como plantea Ilya PRIGOGINE en el libro El fin de las certidumbres, la certidumbre (el orden); no sólo está en cuestión, sino que al ser una categoria, y por tanto a priori y determinista de la propia realidad, es irrelevante o inutil para ayudarnos a comprender las dinámicas del mundo:

"En el pensamiento occidental esa tensión al interior del sentido común se traduce en un problema mayor, que William James denominó «Dilema del determinismo». Dilema en que se juega nuestra relación con el mundo, y particularmente con el tiempo. ¿El futuro está dado o en perpetua construcción? ¿Acaso la creencia en nuestra libertad es una ilusión? ¿Es una verdad que nos separa del mundo? ¿Es nuestra manera de participar en la verdad del mundo? La cuestión del tiempo se sitúa en la encrucijada del problema de la existencia y el conocimiento. El tiempo es la dimensión fundamental de nuestra existencia, pero también se inserta en el centro de la física, ya que la incorporación del tiempo en el esquema conceptual de la física galileana fue el punto de partida de la ciencia occidental.

Desde luego ese punto de partida es un triunfo del pensamiento humano, pero además se sitúa en el origen del problema que trata este libro. Es sabido que Einstein aseveró a menudo que «el tiempo es una ilusión».




Y en efecto, el tiempo —tal como fuera incorporado en las leyes fundamentales de la física desde la dinámica newtoniana clásica hasta la relatividad y la física cuántica— no autoriza ninguna distinción entre pasado y futuro. Todavía hoy y para numerosos físicos la siguiente es una verdadera profesión de fe: en el nivel de la descripción fundamental de la Naturaleza no hay flecha del tiempo (...).

La cuestión del tiempo y el determinismo no se limita a las ciencias: está en el centro del pensamiento occidental desde el origen de lo que denominamos racionalidad y que situamos en la época presocrática. ¿Cómo concebir la creatividad humana o cómo pensar la ética en un mundo determinista? La interrogante traduce una tensión profunda en el seno de nuestra tradición, la que a la vez pretende promover un saber objetivo y afirmar el ideal humanista de responsabilidad y libertad. Democracia y ciencia moderna son ambas
herederas de la misma historia, pero esa historia llevaría a una contradicción si las ciencias hicieran triunfar una concepción determinista de la Naturaleza cuando la democracia encarna el ideal de sociedad libre. Considerarnos extraños a la Naturaleza involucra un dualismo ajeno a la aventura de las ciencias y a la pasión de inteligibilidad propia del mundo occidental. Según Richard Tarnas, esa pasión es «reencontrar la unidad con las raíces del propio ser».

Hoy creemos estar en un punto crucial de esa aventura, en el punto de partida de una nueva racionalidad que ya no identifica ciencia y certidumbre, probabilidad e ignorancia". Para seguir con el libro http://ilusionismosocial.org/mod/page/view.php?id=435

 O como nos plantea Carlos MONSIVAIS desde otra dimensión, se está creando una nueva certidumbre, un nuevo orden, una nueva fe, la de la MAYORIA


Para seguir leyendo el libro http://ilusionismosocial.org/mod/page/view.php?id=409

Una Mayoria que se rompe desde los cultivos sociales, creando nueva complejidad, nueva incertidumbre e incompletitud..., como apunta Angel CALLE en su artículo ¿La rebelión de las hamacas? Cultivos Sociales y Democracia:

"Propongo, para buena parte de estas resistencias, una mirada que trascienda las dicotomías clásicas de público/privado, político/cultural, protesta/socialización, sujetos/espacios, proceso/proyecto, subsistencia/expresión/afecto, instituciones/interacciones, sociedades/vida. Propongo un nombre: cultivos sociales. Los cultivos sociales serían redes que se orientan, explícita y fundamentalmente, a la generación de espacios y relaciones con los que satisfacer, lo más directamente posible, un conjunto de necesidades básicas. Los cultivos sociales son micro-sociedades, embriones de nuevas formas de vida.



(...) lo que diferencia los cultivos sociales de otros conjuntos de interacciones sociales, es su afán explícito y consciente de explorar y proponer otros mundos. Los seres humanos reconstruimos la base de nuestras relaciones continuamente: en cada interacción, recreamos nuestros imaginarios y nuestras prácticas (conscientes e inconscientes) tan sólo por el mero hecho de reforzar, obviar o modificar los usos que hacemos del lenguaje, de las instituciones públicas, de ciertos hábitos, de la gestión de nuestras emociones o de nuestra imbricación al planeta Tierra. Nacemos “en medio”, navegamos en ese “en medio” y desde aquí vamos construyendo otros “en medios” para los demás. Los cultivos sociales quieren reapropiarse de su “en medio”, elaborando satisfactores (herramientas hechas de valores, prácticas, normas, espacios) para un amplio conjunto de necesidades básicas. Quieren y lo buscan. Quieren y se replantean los satisfactores habituales del actual orden social. No son, en este sentido, meros grupos de presión insertos en la arquitectura institucional y social que sustenta la mundialización capitalista. Es más, su celo por la construcción de satisfactores “desde abajo” puede desembocar en actitudes colectivas de desafío para con las elites, es decir, en movimientos sociales (...).

Los cultivos sociales labran y proponen otras “gramáticas de la democracia” desde su quehacer cotidiano, al margen en muchos casos de los focos mediáticos e incluso del poder".

Para dar un giro más a la espiral os dejamos nuestro audio Desempoderamiento, libertad y dignidad http://ilusionismosocial.org/mod/resource/view.php?id=484