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domingo, 23 de abril de 2017

Doce preguntas sobre el decrecimiento un artículo de nuestro libro SIN PODER






Ya puedes encontrarte en alguna esquina, o a la sombra de algún árbol con el libro SIN PODER. Construyendo colectivamente la autogestión de la vida cotidiana. coordinado por Javier Encina y Ainhoa Ezeiza. 

Vamos a ir dando algunas pinceladas de los artículos que componen este libro.

Información sobre el libro http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2017/03/sin-poder-primer-libro-de-la-tetralogia.html








Doce preguntas sobre el decrecimiento. 
Carlos Taibo


1. En el momento presente, ¿es inequívocamente saludable el crecimiento económico?

La visión dominante en las sociedades opulentas sugiere que el crecimiento económico es la panacea que resuelve todos los males. A su amparo --se nos dice-- la cohesión social se asienta, los servicios públicos se mantienen, y el desempleo y la desigualdad no ganan terreno.

Sobran las razones para recelar, sin embargo, de todo lo anterior. El crecimiento económico no genera --o no genera necesariamente-- cohesión social, provoca agresiones medioambientales en muchos casos irreversibles, propicia el agotamiento de recursos escasos que no estarán a disposición de las generaciones venideras y, en fin, permite el asentamiento de un modo de vida esclavo que invita a pensar que seremos más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos y, sobre todo, más bienes acertemos a consumir. Frente a esto se impone la certeza de que, dejado atrás un nivel elemental de consumo, el acrecentamiento irracional de este último es antes un indicador de infelicidad que una muestra de lo contrario. Es razonable adelantar, por lo demás, que la crisis general por la que atravesamos está llamada a permitir que la conciencia en lo que respecta a estos sinsentidos se asiente en una parte significada de la ciudadanía.

2. ¿Cuáles son los pilares en los que se asientan los sinsentidos del crecimiento?


Son tres los pilares en los que se sustenta tanta irracionalidad. El primero es la publicidad, que nos obliga a comprar lo que no necesitamos y, llegado el caso, exige que adquirimos, incluso, lo que nos repugna. El segundo es el crédito, que históricamente ha permitido allegar el dinero que permitía preservar el consumo aun en ausencia de recursos. El tercero es la caducidad de los bienes producidos, claramente programados para que en un período de tiempo breve dejen de funcionar, de tal suerte que nos veamos en la obligación de comprar otros nuevos. Por detrás de todo ello despunta, en palabras de Z. Bauman, la certeza de que "una sociedad de consumo sólo puede ser una sociedad de exceso y prodigalidad y, por ende, de redundancia y despilfarro".  



Las otras preguntas:

3. ¿Debemos fiarnos de los indicadores económicos que hoy empleamos?
4. ¿No son muchas las razones para contestar el progreso, más aparente que real, que han protagonizado nuestras sociedades durante decenios?
5. ¿Por qué hay que decrecer?
6. ¿Cuál es la actitud que ante lo anterior exhiben nuestros dirigentes políticos?
7. ¿Basta, sin más, con reducir determinadas actividades económicas?
8. Esos valores, ¿son realmente ajenos a la organización de las sociedades humanas?
9. ¿Qué supondría el decrecimiento en las sociedades opulentas?
10. ¿Es el decrecimiento un proyecto que augura, sin más, la infelicidad a los seres humanos?
11. ¿Qué argumentos se han formulado para cuestionar la idoneidad del decrecimiento?
12. ¿También deben decrecer los países pobres?

viernes, 31 de marzo de 2017

SIN PODER. Primer libro de la tetralogía con Volapük

Ya puedes encontrarte en alguna esquina con el libro SIN PODER. Construyendo colectivamente la autogestión de la vida cotidiana. coordinado por Javier Encina y Ainhoa Ezeiza.

Además, en este enlace puedes descargarte el libro, está en LIBRE DESCARGA



A Isabel Escudero
que el anhelo de primaveras
no le dejó ver este libro terminado


"(...) les recordamos que lo primero es decir no al Poder y al Saber sabido y administrado:
1.- Que no es la vía la toma del Poder, ni Apoderando ni desapoderando, pues así la negación viva queda incorporada e integrada en el Poder en otras formas de Gobierno más disimuladas y «naturales» que incluso pueden despertar en las criaturas una malsana conciencia de su poder, una «Paidocracia» o tiranía del niño" Isabel ESCUDERO. A modo de prólogo: Pedagogía del revés… (p. 15).

Abres el libro
como si le abrieras
las alas
a un pájaro herido.
!Ay, si mi voz pudiera
ir sacándote el plomo
de las letras!
La voz de las letras. Isabel ESCUDERO (p. 19)

"En este libro presentamos algunas propuestas y experiencias de gente que se ha planteado vivir sin hacer uso de ese poder o que trabaja en la flexibilización de estructuras, hacia la autogestión colectiva de la vida cotidiana.

En esta construcción, nos hemos ido encontrando las personas que hemos trabajado en este libro, que es una excusa para encontrarnos con más gente y seguir construyendo junt@s y también una escusa, ya que obramos con cautela y aprovechando la ventaja de estar donde estamos y con quien estamos, en la diversidad y el disenso (es decir, una e(x)scusa)". Karmele MITXELENA y Ainhoa EZEIZA. Zaguán: Hacia una sociedad convivencial desde el desempoderamiento (p. 11).

Lo que no se vé,
lo que hay detrás de las cosas,
no la cosa del revés.
Y dicen las cosas:
¿qué quieres saber?
¿tú crees que nosotras
somos otra cosa
que el caso de cosa
tan quiquiricosa
que se cree usté?
..Y si a usté en algo,
saberlo le puede valer,
pues !vaya usté a saber!
Y vamos a ver que
no me resigno a entender
si entre ellas y yo
por común condición
hay algún atajo
de comunicación.
Si miro la luna
y ¿qué hay detrás?,
le pregunto,
ella me dice que NO
que no es su reverso
lo oscuro,
que lo oscuro
soy yo.
Y si a mí voz le pregunto
si es verdad lo que dice mi voz
una voz me responde:
NO.
¿Seré yo el vano misterio
de la Creación,
que se le pasa la vida:
que si SI, que si NO?
Las cosas hablan. Isabel ESCUDERO (p. 109)

"El Poder nos conduce y al mismo tiempo nos dejamos conducir; impregnándonos así de su conducta, de su lógica... esta frase, que puede resumir el pensamiento de Michel FOUCAULT sobre el tema y que marca sus propios límites (no va más allá de la descripción); es el punto de partida de nuestro pensar/sentir/hacer: el desempoderamiento.

Igual que en otras épocas históricas podíamos afirmar que las relaciones sociales se explicarían, fundamentalmente, por la religión o la economía; en la sociedad en transición que vivimos hoy, la explicación en última instancia nos viene de la mano, o de la garra, del Poder: Patriarcado, estado, Mercado, escuela centrípeta, idioma..., y sus alternativas empoderamiento, Toma del poder, Contrapoder, emprendimiento, escuela pública, Cultura nacional..., toman como centro de explicación, de batalla, de deseo: el Poder.

Toda alusión a hacer dejación del poder que tenemos cada persona, hacer dejación hacia abajo (desempoderamiento), nunca hacia arriba (autodesapoderamiento) es contestada con fuerza por discursos prosistema y alternativos.

Hay millones de personas (sobre todo mujeres) que estamos viviendo la construcción colectiva de una sociedad sin poderes; en este libro hemos intentado compartir nuestros pensares/sentires/haceres.

Estamos en transición hacia otro tipo de sociedad, se abre una grieta y/o estamos abriendo una grieta que tenemos que percibir con los sentidos de la oportunidad, de la sensibilidad y de la creatividad; para poner en valor esas construcciones colectivas que nos hagan vivir un mundo nuevo, sin Poder. Que nuestro presente nos dé esperanza de futuro, que la realización de nuestros imposibles nos ayude a vivir de tal manera que podamos desimpregnarnos de la lógica del Poder, abriendo hacia relaciones horizontales, hacia una sociedad convivencial". Javier ENCINA. Post scriptum: Los poderes del Poder y la vida sin poderes (pp. 460-461).

Sin querer pace la oveja y
sin querer reina el rey,
sin querer pica el mosquito, y
yo te quiero sin querer.
Sin querer predica el cura,
sin querer condena el juez, sin
querer canta la rana,
y yo te quiero sin querer.
Sin querer vuela la mosca y
sin querer corre el tren,
sin querer va el dos trás del
uno y sin
querer les sigue el tres,
sin querer sale la luna,
y yo te quiero sin querer.
Sin querer (Canción). Isabel ESCUDERO (p. 407)


Índice

Zaguán Hacia una sociedad convivencial desde el desempoderamiento.
Karmele MITXELENA y Ainhoa EZEIZA

A modo de prólogo Pedagogía del revés...
Isabel ESCUDERO

PREÁMBULO
El desempoderamiento. Viviendo la construcción de un nuevo mundo sin poder.
Javier ENCINA y Mª Ángeles ÁVILA

AMBULANDO
Primeros balbuceos para un libro sobre desempoderamiento comunitario. 
Javier ENCINA, Ainhoa EZEIZA, Begoña LOURENÇO, Nayeli MORENO, Felícitas OVALLE y Carmen Pérez

Los ámbitos sociales y la democracia radical: algunas cuestiones a explorar.
Gustavo ESTEVA

Burocracia y mercado o ciudadanía: la política de los paños calientes y algunas alternativas desde el bien común.
Felipe GARCÍA LEIVA

Desempoderamiento científico.
Ainhoa EZEIZA y Javier ENCINA

Desempoderamiento lingüístico.
Ainhoa EZEIZA, Nahia DELGADO y Javier ENCINA

Desempoderamiento educativo. Una introducción.
Ainhoa EZEIZA y Javier ENCINA

Cuentan su historia en el lugar donde pueden vivir. Una andanza barroca.
Emiliano URTEAGA, Juan Arturo PADILLA, Emilia NEGRETE, Adrián Alejandro MORALES, Felícitas OVALLE y Julieta SANTOS

Ilusionismo sanitario: Autogestión de lo cotidiano en salud.
Estefanía ZARDOYA

El cuerpo en relación: desempoderamiento, ilusionismo social y culturas populares.
Javier ENCINA y Ainhoa EZEIZA

Doce preguntas sobre el decrecimiento.
Carlos TAIBO

EPIÁMBULO
La mirada horizontal.
Raúl ZIBECHI

La ruptura.

John HOLLOWAY

Al diablo con las buenas intenciones.
Ivan ILLICH

Un ejemplo de ejercicio para una Pedagogía contra tiempo. Elogio de la caligrafía.
Isabel ESCUDERO

Post scriptum: De cómo Alicia huyó del país de las maravillas.
Emilia NEGRETE

Post scriptum: Los poderes del Poder y la vida sin poderes.
Javier ENCINA

Para la gente y colectivos (formales y no formales) que quieran organizar TALLERES/PRESENTACIONES/DEBATES sobre el libro, o con la excusa del libro, pueden contactarnos en ilusionismosocial@gmail.com

Edición
Volapük Ediciones. A.C. Libros Volapük
www.volapukediciones.blogspot.com.es

Coeditan:
Seminario de Ilusionistas Sociales de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU)
www.ehu.eus/ism
UNILCO-espacio nómada Universidad Libre para la Construcción Colectiva
www.ilusionismosocial.org
Colectivo de Ilusionistas Sociales
autogestion.ilusionismosocial.org

Diseño y maquetación: J. Corrales [kreiva.es]

Ilustraciones Preámbulo, Ambulando y Epiámbulo:
Erika Garrido Bazán. erigabe@gmail.com | lapeztevisual.tumblr.com
Fotografía de solapa: Raffran

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-
SinObraDerivada 4.0 Internacional.

PEDIDOS: ilusionismosocial@gmail.com y volapukediciones@gmail.com
También puedes pedirlo en tu librería proporcionándoles el correo de Volapük

Ficha técnica, más información y puntos de venta:
http://volapukediciones.blogspot.com.es/2017/03/sin-poder-construyendo-colectivamente.html

TETRALOGÍA COMPLETA http://ilusionismosocial.blogspot.com/2018/08/nuestra-tetralogia-en-volapuk-ediciones.html

lunes, 3 de octubre de 2016

RESUMEN del Taller: El Desempoderamiento Comunitario, Sevilla 19 y 20 de septiembre

Sesión 1: DESEMPODERAMIENTO COMUNITARIO


En la sociedad actual del consumismo y del individualismo se ha llegado a un convencimiento emocional que “rechaza” o ve mal el tema de los Cuidados. Hablar de que los seres humanos nos hemos de cuidar, ayudar y socorrer es visto como algo extraño a nuestra naturaleza humana. Es como decir: en el capitalismo el éxito es tuyo y el fracaso aún más. No has de pedir ayuda si te caes en la vida.

Así se rompe la interdependencia emocional y cognitiva entre las personas. “Saber pedir ayuda cuando se necesita va unido a la autonomía. En la vida sin ayuda mutua no somos nadie".

"Enseñar autonomía en relación a otros valores”. Una de las cuestiones que surgen en los ayuntamientos es el tema de la participación de la gente: “no hay manera de convencer a la gente. ¿Por dónde empezamos?”. Hay diferentes formas de comunicarse con la gente. Provocar los sentimientos y las inquietudes durante un tiempo y en unos o varios espacios requiere de variadas formas de comunicación entrelazadas con los distintos sentidos.



Lo importante es relacionarnos a través del aprendizaje de distintas formas (Escrita, Oral, Visual...). Aprender, mezclarnos y encontrándonos en un proceso no finalista sino más bien con el motivo, con la voluntad de estar junt@s, de conocernos, de saber quiénes somos para ir dando forma a espacios y tiempos de aprendizaje. “Ni acelerar lo que va lento ni desacelerar lo que va rápido, más bien ser conscientes de que hay que ir confluyendo los tiempos institucionales de gestión municipal administrativa con los tiempos vecinales de la vida cotidiana”.

Un ejemplo de Encuentro, de mezclarse la gente en el ir haciendo tiempos y espacios de convivencia es La Casa del Pumarejo (véase video de Lolo y Toñi). El taller de costura como espacio de convivencia donde se ven los ritmos de los demás, donde se ha ido propiciando el encuentro de la diversidad de grupos. El taller, podríamos decir, es una excusa para encontrarnos, para vivir otra forma de relaciones humanas. El taller de costura se transforma en un espacio en argamasa, en un espacio de vida (ocio, educativo, habitacional…). Así la vida aparece en su complejidad y sin segmentaciones. La relación entre las diversas partes de forma dialéctica va dando forma a un todo donde lo importante, sin menospreciar la costura como una de sus partes, acaba siendo la ayuda mutua entre los grupos. La segmentación desaparece y nace la co-gestión del espacio y del tiempo cotidiano.

Sin embargo, desde las administraciones actuales de los ayuntamientos se mantiene una visión de la vida segmentada, es decir, partida es donde cada parte se ve aislada. Además, para más inri, los documentos administrativos son ilegibles para muchas vecinas y vecinos. El lenguaje de la administración impide el acercamiento con la vecindad. “El trato a la gente por ventanilla es pésimo”. Así la vida se despolitiza y se burocratiza. La burocratización es “el proceso histórico (que) nos ha dejado en un punto en que hablar de vivir es la actividad política más importante. Politización de la vida”. En las sociedades consumista “la oferta lúdica ha fracasado y entonces se recurre a lo básico, la gente vuelve a los actos religiosos” como una excusa para construir la identidad del pueblo, encontrase con la gente y realizar actividades manuales.


La Iglesia ha sabido, durante años, apropiarse de lo que hacía la gente y le ha dado a ese hacer cotidiano un sentido religioso. Sin embargo, en esta mezcla entre Iglesia y gente cotidiana surge una dualidad: por una parte está la gente religiosa que concibe la religión como una creencia al culto y a las imágenes, y por otra parte la gente descreída (no cree en el culto ni las imágenes) que van a encontrarse o a “echar el rato" con la vecindad del pueblo. “Diferencia entre la institución religiosa (misa) y la gente que la componen. No podemos negar que (esta mezcla) forma parte de nuestra vida diaria. El problema no es el contenido; sino las formas de relaciones verticales que se establecen (en dicha mezcla)”, es decir, ¿ha sido elegido democráticamente el Hermano Mayor de la hermandad?

Podemos apuntar que las alegrías son diversas, múltiples, miles. Es un término que se puede disfrutar en plural, sin embargo la felicidad solo es una, si hay felicidades son solo aquellas que te desean otras personas, en una fórmula de cortesía cada vez más carente de significado. Asimismo, podemos establecer una correspondencia entre alegría, camino, proceso (frente a felicidad: meta, fin, resultado) en procesos de aprendizaje colectivo: si lo importante es el proceso bien vale que vayamos disfrutando de las alegrías. El fin es un continuo caminar juntos, pequeño saltamontes... PARA PROFUNDIZAR: texto

Sesión 2: NECESIDADES Y SATISFACTORES


La sociedad de consumo trata de crear “necesidades” y confundirnos. Las necesidades humanas, son más o menos, las mismas (Max-Neff): subsistencia, protección, afecto, participación, entendimiento, creación, identificación, libertad... lo que cambia es la forma de satisfacerlas (satisfactores), las formas de cubrir esas necesidades.


Aunque lo más es que tanto las instituciones democráticas como los partidos de izquierda “revolucionarios” confunden necesidades con satisfactores, lo cual es un problema en la toma de la conciencia “revolucionaria”; ya que dichos partidos caen en el marco ideológico de la sociedad de consumo sin realizar debates sobre dicha organización social. Así, sin el ejercicio de debates sobre las consecuencias del consumismo en la vida cotidiana, se han ido mermando las capacidades humanas que nos ayudaban a diferenciar entre Necesidad y Satisfactor. La sociedad de consumo ha creado una atmósfera publicitaria televisiva desde la que llega a hacernos creer que lo que nos quieren vender son Necesidades Humanas. Por ejemplo la ropa, los I-Phone... ¿qué nos están vendiendo: una necesidad humana o una forma de ser, una identificación, un estatus social…? Esto lo hace para eliminar el debate y nosotr@s colectivamente hemos aceptado esta eliminación porque de este modo una necesidad no se puede ni construir ni debatir (ya que esta es la forma de satisfacer una necesidad). En este sentido, es importante “comprender que hay cosas que nos ayudan a desarrollarnos como seres humanos (necesidades) y otras cosa que nos ayudan a lograr esas cosas (satisfactores). Hay que debatir cuál de las necesidades satisfacemos y cómo”.

La importancia para dicho debate, que incluye el concepto de decrecimiento entrelazado con el tema de los cuidados y de las culturas populares, es: ¿hemos de buscar la perfección, las necesidades de perfección como indicativo de la máxima felicidad o debemos atender necesidades de cuidarnos en el disfrute con los demás en compañía mutua?

La felicidad es del Ser, por ejemplo ser feliz, donde la gente busca la perfección a base de consumir y consumir, olvidando el valor humano de la alegría. En la sociedad de consumo se sublima la felicidad y se cosifica. Búsqueda incesante de la felicidad. Sin embargo, la alegría es del Estar. Es decir, estoy alegre porque estoy con l@s demás, lo comparto, lo construyo colectivamente en los espacios y tiempos cotidianos. En la vida cotidiana, hemos de diferenciar entre confianza y seguridad; la confianza “se construye con el tiempo, se va haciendo en el ritmo de la vida cotidiana, el estar (allí) nos lleva a la cuestión: ¿qué hacemos junt@s? ¿qué caminos construimos?”

Por otro lado, la seguridad es un sistema binario 0-1 y “exige el camino seguro”. Lo importante en las construcciones colectivas es evitar la sospecha para ganar en confianza. De esta manera podemos construirlo nosotr@s. Organizarnos y hacerlo como en los ejemplos del Pasacalles de los reyes magos del barrio de San Diego (Sevilla); del malogrado carnaval de la Alameda (Sevilla); de la autogestión de empresas como Bauen (Argentina) y La Verde (Villamartín, Cádiz); de los presupuestos participativos como democratizadores de la administración pública y dinamizadores de la autogestión vecinal como en Las Cabezas de San Juan (Sevilla).


El Poder conduce y nos dejamos conducir; por ello, es mas fácil hacer dejación de poder en los ámbitos que no nos atañen directamente. En los entornos en los que solemos movernos y tenemos responsabilidad tendemos a ser poco flexibles, a mantener el control, nos da miedo ceder, cambiar. Lo difícil que es perder poder en el mundo activista, en casa, en el trabajo. ¿Caerá todo si me aparto??¿quién tomará las riendas? ¿Desaparecerá lo que hemos creado? Y son estos miedos los que nos impiden caminar junt@s, acercarnos y dejar que se acerque gente, sensaciones, aprendizajes, sentires... La vida no se planea, surge, no se decide por mayoría, La Vida pasa... Tutelamos y, queriendo o sin querer, nos convertimos en vanguardia en una huida hacia adelante, dejando en el camino a bastantes invisibles...

En otros ámbitos, bajar el ritmo se relaciona con la eficiencia, los ritmos más pausados de trabajo, y su ergonomía aumenta la rentabilidad económica y el capital social de la empresa. Las economías colaborativas están en auge, el decrecimiento parece la opción y la única oportunidad de salvar y salvarse de este loco mundo... aunque el Mercado sabe cómo aprovechar estas "nuevas" tendencias basadas en sistemas de ayuda mutua y ahorro y las fagocita como nuevos productos tipo spotify, bla bla car, ing direct... productos fresh, que respetan el contenido, convirtiendo las formas de relación en eslóganes y nuevos productos de consumo, intentando destruir así las formas de relación horizontales y ambivalentes que se desprenden del decrecimiento.

Igualmente, la cuestión del género se destransversaliza y se convierte en nicho de empoderamiento, creando frustraciones que se transfieren en función de metas excesivas y espectaculares, despreciando los logros cotidianos.

El éxito no es el triunfo, es la vida. La vida pasa... Y nos haremos viejos...

PARA PROFUNDIZAR: vídeo

Más información sobre el programa de cursos Caos creativo y complejidad 

sábado, 30 de mayo de 2015

Los ocho pilares del desempoderamiento

Para comprender el desempoderamiento tendríamos que visualizarlo asentado sobre ocho pilares, que tienen que guardar un equilibrio, aunque sea inestable a lo largo del proceso, aunque en cada momento puede haber predominancias, que hay que equilibrar...



A continuación recopilamos las diversas aportaciones que hemos trabajado para crear y definir los 8 pilares: cuidados, libertad, construcción colectiva, confianza, interdependencia y autonomía, alegría, decrecimiento y esperanza.


CUIDADOS

- La visión de Leonardo BOFF
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/03/cuidados-la-vision-de-leonardo-boff.html
- La visión de Antonio ELIZALDE
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/03/cuidados-la-vision-de-antonio-elizalde.html
- Nuestra visión
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/cuidados-nuestra-vision.html
 

LIBERTAD

- La visión de Jesús IBÁÑEZ
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/03/libertad-la-vision-de-jesus-ibanez.html
- La visión de Franco BERARDI "Bifo"
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/03/libertad-la-vision-de-franco-berardi.html
- La visión de Carlos MARX
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/03/libertad-la-vision-de-carlos-marx.html
- Nuestra visión
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/libertad-nuestra-vision.html

CONSTRUCCIÓN COLECTIVA

- Nuestra visión
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/04/construccion-colectiva-nuestra-vision.html

CONFIANZA

- La visión de Agustín GARCIA CALVO
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/04/la-confianza-es-uno-de-los-pilares-del.html
- La visión de Gérard MARANDON
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/04/confianza-la-vision-de-gerard-marandon.html
- La visión de Ivan ILLICH
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/04/confianza-la-vision-de-ivan-illich.html
- Nuestra visión
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/confianza-nuestra-vision.html

INTERDEPENDENCIA Y AUTONOMÍA


- Nuestra visión
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/interdependencia-y-autonomia-nuestra.html


ALEGRÍA

- La visión de Franco BERARDI "Bifo"
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/alegria-la-vision-de-franco-berardi-bifo.html
- La visión de Mariano ALGAVA
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/alegria-la-vision-de-mariano-algava.html
- Nuestra visión
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/alegria-nuestra-vision.html


DECRECIMIENTO

- La visión de Carlos TAIBO
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/03/crisis-y-decrecimiento-carlos-taibo.html
- La visión de Serge LATOUCHE
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/03/estrategias-de-autogestion-en-el-grand.html

- Nuestra visión
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/decrecimiento-nuestra-vision.html

ESPERANZA


- La visión de Erich FROMM
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/la-esperanza-la-vision-de-erich-fromm.html
- La visión de Paulo FREIRE
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/la-esperanza-la-vision-de-paulo-freire.html
- La visión de Ernst BLOCH
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/la-esperanza-la-vision-de-ernst-bloch.html
- La visión de Gabriela SIERRA
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/la-esperanza-la-vision-de-gabriela.html
- La visión de Edgar MORIN
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/la-esperanza-la-vision-de-edgar-morin.html
- Nuestra visión
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2015/05/la-esperanza-nuestra-vision.html


LOS PILARES DEL DESEMPODERAMIENTO EN RADIO ALEGRÍA LIBERTARIA
http://desempoderamiento.blogspot.com/2019/10/los-pilares-del-desempoderamiento-en.html

Para seguir profundizando nuestro libro SIN PODER  http://desempoderamiento.blogspot.com/2017/03/sin-poder-primer-libro-de-la-tetralogia.html?fbclid=IwAR2oJQ9bSxU-e9-nxAga-joT1VRzYAeck-t553LtvfuYkO4Boih0DnqVsDY

jueves, 21 de mayo de 2015

DECRECIMIENTO: nuestra visión

El Decrecimiento es uno de los pilares del desempoderamiento...

Para comprender el desempoderamiento tendríamos que visualizarlo asentado sobre ocho pilares, que tienen que guardar un equilibrio, aunque sea inestable a lo largo del proceso, aunque en cada momento puede haber predominancias, que hay que equilibrar...

A partir de nuestra experiencia, y reformulando las propuestas de Serge Latouche (2008) podríamos definirlo como:

- revisar los valores desde una nueva ética del compartir, del sentirnos imperfectos, inacabados, en la comprensión de que es un valor en sí mismo el estar con las demás personas,
- adaptar producciones y relaciones sociales al cambio de valores poniendo en valor las economías populares, las economías sociales y solidarias que guarden un equilibrio con sus entornos sociales y naturales, poniendo en valor el construirnos colectivamente, potenciando relaciones sociales horizontales y ambivalentes,
- repartir la riqueza y el acceso al patrimonio natural creando formas de vida a partir de lo local y comunitario, formas de vida que rompan la manida dualidad público (Estado)/privado (Mercado) abriendo sin cerrar hacia lo común a lo que es patrimonio de nuestro entorno social y natural,
- rebajar el impacto de la producción y el consumo partiendo de la diferenciación entre necesidades y satisfactores y construyendo colectivamente la forma de satisfacer nuestras necesidades para conseguir un desarrollo a escala humana y natural,
- reutilizar y reciclar tanto los objetos, enriqueciendo nuestra cultura material, como los pensamientos y haceres, enriqueciendo nuestra cultura general y nuestras habilidades sociales, que generan nuevos sentimientos hacia nuestro entorno social y natural



Para trabajar el decrecimiento con y desde la gente tenemos que tener en cuenta los siguientes conceptos y vivencias: decrecimiento versus Progreso, Crecimiento, Consumismo, Felicidad; abandonar la actitud depredadora con respecto a los recursos comunes y naturales; la reciprocidad, redistribución, planificación y autarquía versus publicidad, crédito y caducidad.


Para complementar:

Crisis y decrecimiento. Carlos Taibo
Estratégias de autogestión en el Grand-Yoff. Serge Latouche


domingo, 22 de marzo de 2015

Estratégias de autogestión en el Grand-Yoff. Serge Latouche

Vamos a selecccionar del artículo un pequeño apartado más teórico y os dejo el enlace al final para que podáis leerlo entero, es muy interesante y a mí me sirvió para darle nombre a muchas cosas que veo...



Las cuatro etapas de la economía informal

 Los «tráficos» abarcan todo el comercio de importación y exportación practicado al margen de la ley. Este contrabando a menudo se lleva a cabo a gran escala y muchas veces se conoce en todo el mundo. En África el textil es su terreno predilecto, aunque podemos encontrarlo en todos los productos de consumo, desde la electrónica a las latas de refrescos. El mercado de segunda mano también constituye un sector nada despreciable. La ropa usada de los países del Norte, recuperada a través de diversos canales como las ONG caritativas, se recicla en los mercados africanos con el consiguiente daño a las empresas locales de textil y de confección. En Mauritania o Senegal encontramos a muchas mujeres iletradas convertidas en millonarias gracias a estas actividades. Estas mujeres manejan grandes negocios, principalmente con el Sureste asiático. En Togo o Benín esos tráficos sustentan el estado-almacén. Vinculados a una tradición comercial ancestral, esos países viven largamente de los diversos impuestos sobre las importaciones y las reexportaciones. Como podemos ver en los interesantes análisis de John Igué, el estado y la sociedad civil se reparten formal e informalmente los despojos. El estado recibe los impuestos oficiales de ese movimiento, los funcionarios toman su «sueldo» o sus complementos, y la población se las apaña con el resto. En este caso, y contrariamente a la idea imperante, !sólo lo informal paga los impuestos! Las empresas « normales», públicas o privadas, normalmente escasas y en crisis, no pagan prácticamente nada. En Senegal, lo informal ha tomado el relevo de la importación exportación más oficial de los comerciantes sirio-libaneses y suscita las mismas reacciones de hostilidad de una parte de la opinión pública, en particular de la élite y de los funcionarios. Esta hostilidad es incluso más evidente cuando las actividades las llevan a cabo mujeres. Se las acusa tradicionalmente de parasitismo y se critica su contribución al deterioro de la producción nacional y su escasa participación en los recursos presupuestarios. Sin embargo, cuando alguna de estas self-made women ha querido reinvertir su inmensa fortuna, comprando por ejemplo la mayor empresa textil del país, el establishment local se ha irritado y ha puesto todo tipo de obstáculos... Por otro lado, este tipo de negocios ofrece a los excluidos de los suburbios populares productos a precios increíblemente bajos. 



A estos movimientos de importación-exportación debemos añadirles el contrabando fronterizo, que puede centrarse en alimentos de poco valor, bienes preciosos, divisas o droga. El ingenio de los traficantes no tiene límites. Se reimporta o reexporta arroz y cereales dependiendo de las diferencias de precios en la producción y en los mercados, etc. Las fronteras de Senegal con Gambia y con Guinea-Bissau, como las fronteras entre Benín y Nigeria, son los centros de contrabando de los productos más importantes, desde la carne de agutí a los diamantes.

En la segunda etapa de la economía informal encontramos la subcontratación no oficial. En Tailandia, Indonesia, Filipinas, India y China, pero también en Marruecos y otros países africanos, pequeñas empresas trabajan en negro para compañías extranjeras, con sueldos miserables y unas condiciones de trabajo deplorables. La explotación de las mujeres y niños está más relacionada con el esclavismo que con lo laboral. La Organización Internacional del Trabajo decidió que, entre esas empresas, las que trabajaban para compañías oficiales y multinacionales no formaban parte del «Sector informal». Por consiguiente, las legislaciones nacionales y convenciones internacionales sobre el trabajo deben aplicarse de inmediato, en particular en lo que concierne a los más desfavorecidos, como las mujeres y los niños.

Esta decisión no cambia en nada la realidad del asunto, ni siquiera la imagen de lo informal para la opinión general. Además, las pequeñas empresas nacionales y autónomas que «explotan» a mujeres y niños de zonas rurales en talleres o en domicilios, para competir en el mercado internacional, no difieren en nada de las anteriores. Existe un sector (hasta ahora con escasa presencia en Senegal) que contribuye a que lo informal se vea como una economía de mercado pura y dura, totalmente positiva para los ultraliberales (el capitalismo popular de Hernando de Soto) o, por contra, de manera muy negativa (para los inconsolables de un marxismo dogmático). En ambos casos, nos encontramos ante generalizaciones excesivas. La existencia de iniciativas para satisfacer las necesidades -que la economía oficial es incapaz de colmar, al ser demasiado rígida y reglamentada- no significa que haya un mercado competente autorregulador. Por esa misma razón, la presencia de situaciones esclavistas, el empleo de trabajadores o la proliferación de empresas informales no son una prueba de la sumisión generalizada de este «Sector» al capitalismo nacional o internacional.


La tercera etapa de lo informal corresponde a lo que Jacques Bugnicourt llama «economía popular». Se trata de pequeñas empresas o de artesanos que trabajan para una clientela popular: herreros, carpinteros de barrio... y un conjunto de «oficios menores» (peluqueras de calle, transportistas en camiones rebosantes que funcionan por la gracia de Dios, Alhamdulil-lah ..., recolectores de clientes para los minibuses, bana-bana o vendedores a mbulantes que venden a las amas de casa sin nevera tres cucharadas de salsa de tomate, dos cubitos Maggi, saquitos de leche en polvo o Nescafé...). Una multitud de «empresarios descalzos» que viven de sus recursos, apañándoselas con actividades casi profesionales. Éste es el corazón del sector informal para la mayoría de economistas, al menos franceses, de Jacques Charmes a Philippe Hugon, pasando por Lachaud y Penouil.

La cuarta y última etapa es más difícil de delimitar, etiquetar y definir, porque de entrada se encuentra en el plano económico. Se trata de maneras con las que los náufragos del desarrollo producen y reproducen su vida, fuera del campo oficial, a través de estrategias de relaciones. Para definirla de un modo que haga justicia a su complejidad, la llamaremos aeconomía neoclánica o sociedad vernácula. Esas estrategias incorporan todo tipo de actividades «económicas», pero no están (o apenas están) profesionalizadas. Los recursos, apaños y acomodos de cada uno se inscriben en esas redes. Los agrupados forman cadenas. En el fondo, esas estrategias basadas en un juego sutil de tiras y aflojas sociales y económicos son como la gestión de una casa, pero trasladada a una sociedad donde los miembros de la familia se cuentan por centenares. La importancia del número no se basa solamente en la diferencia de concepción de la familia (papel limitado de la familia nuclear, existencia de la poligamia, gran fecundidad, etc.), ni tampoco en la fuerza de los vínculos de parentesco que constituyen el clan, sino que engloba a todo tipo de personas relacionadas entre sí -a menudo de muy diversas formas: religión, etnia, condición social...- y que pueden incorporarse a esa ampliación de la familia. Las redes se basan en el modelo de familia según la lógica del clan, con madres sociales e hijos primogénitos sociales.

Estas cuatro etapas están comunicadas y, si bien existen diferencias claras entre los casos más típicos, nos encontraremos con que todas las situaciones intermedias tienen numerosos vínculos entre sí. Las cuatro tienen en común la misma obsesión por el dinero, la misma importancia de las redes y funcionan más según la lógica de la donación que la del mercado. No obstante, cuanto más nos alejemos de la capa «doméstica» y vayamos hacia el contrabando o el comercio internacional, más degenerará la sociabilidad en red y la lógica de la donación. Aunque se pase de un extremo al otro mediante transiciones imperceptibles, aunque pueda oscilar de un lado a otro, es completamente ilegítimo asimilar la solidaridad neoclánica al clientelismo mafioso y meter en un mismo saco los intercambios oblativos y la corrupción. En el círculo de la donación, la relación de parentesco o de amistad precede tanto lógica como ontológicamente a las relaciones de intercambio y de negocios. La economía se pone al servicio de las redes y no la red al servicio de la economía. En la corrupción, el interés material es fundamental (casi exclusivo), la contrapartida de la donación es concreta y los retrasos en su retorno imperdonables. Todo esto no está presente en la figura auténtica de la donación. Las familias de la mafia y las de la subcontratación están corroída por la lógica mercantil. En ellas las donaciones cumplen con la función de vincular a los obligados en una especie de esclavismo.

Es cierto que la economía popular puede abarcar la subcontratación cuando, en lugar de trabajar a nivel local, es decir, para la red de sus vínculos, el artesano se convierte cada vez más en alguien dependiente de un mercado anónimo y, en particular, del mercado mundial (incluidos los pedidos de las ONG o los que pasan a través de éstas). Así, la profesionalización se acentúa; el empleo sistemático de aprendices conlleva la explotación, pudiéndose llegar al extremo del esclavismo. De un paternalismo auténtico, con un patrón que se comporta como un padre, un tío o un hermano mayor, se puede pasar al paternalismo perverso, donde el padre se comporta como un patrón. Por ejemplo, el grupo de artesanos de Dakar especializado en la fabricación de baúles y cofres hechos de madera recubiertos de latas de cerveza o refrescos recicladas, podría tender hacia esa dependencia. Si la producción de baúles se corresponde siempre con la satisfacción de las necesidades locales, en cambio la ONG piden en grandes cantidades cofres y cajitas. Es entonces cuando con la materia prima reciclada no basta y las placas de aluminio impresas, simulando latas recicladas, llegan directamente a la fábrica... En África, más que en cualquier otro sitio, el éxito es siempre una aventura ambigua.


En lo informal comercial, el paso de los pequeños comercios familiares a la importación-exportación y el contrabando a gran escala es a menudo una cuestión de tamaño. En los pequeños comercios encontramos los productos de los grandes contrabandos. Sin embargo, incluso con un gran talento empresarial, hay pocas oportunidades de convertirse en un distribuidor a gran escala sin incumplir la ley o la moral o la lógica de las redes. Las cadenas de agrupados sin medios no generan normalmente posibilidades espectaculares de éxito a nivel individual, porque los clientes pobres no suelen generar comerciantes ricos. Por otro lado, la red se encarga de recoger la fortuna de los ganadores en proporciones modestas cuando el temor a ser maldecido, «marabutado», no cohíbe la dinámica del candidato ambicioso. A menudo se señala a este temor como el responsable de la ausencia de dinamismo económico en África. La amenaza social puede parecer excesiva para un occidental. Michaël Singleton lo recoge en un ejemplo sintomático: «Mi vecino en Mapili, a quien le había ofrecido un tejado ondulado, y que en un primer momento había aceptado mi oferta, rápidamente la rechazó, por miedo a que la envidia voraz de los viejos afectara a su familia, como si fueran hienas llegadas en la noche para comerse las entrañas de los suyos.» Sin embargo, este temor a la maldición puede tener efectos positivos, pues disuade a los candidatos que querrían acabar con la solidaridad de las redes. Aunque frena la emergencia de líderes de la industria o tiburones de las finanzas, al anular la voluntad de poder, no es un freno para el dinamismo colectivo, como lo muestra el mismo éxito de lo informal.

En resumen, la diferencia entre la economía popular y la aeconomía neoclánica es más bien una diferencia en cómo entendemos la realidad que una diferencia de la realidad misma. Si la aeconomía neoclánica es en primer lugar femenina, basada en el pluriempleo, el no profesionalismo y las estrategias de relaciones, los artesanos de la economía popular quizá sean menos profesionales de lo que parecen,y a menudo son mucho más dependientes de sus redes sociales y mucho más pluriempleados de lo que dicen.

Para leer más http://ilusionismosocial.org/mod/resource/view.php?id=596

jueves, 19 de marzo de 2015

Crisis y decrecimiento. Carlos Taibo

Una charla en Córdoba enmarcada dentro de las jornadas "¿Como te defiendes tú de la crisis?" de CNT-Córdoba.


"¿Qué supondría el decrecimiento en las sociedades opulentas?

Hablando en plata, lo primero que las sociedades opulentas deben tomar en consideración es la conveniencia de cerrar --o al menos de reducir sensiblemente la actividad correspondiente-- muchos de los complejos fabriles hoy existentes. Estamos pensando, cómo no, en la industria militar, en la automovilística, en la de la aviación o en buena parte de la de la construcción.

Los millones de trabajadores que, de resultas, perderían sus empleos deberían encontrar acomodo a través de dos grandes cauces. Si el primero lo aportaría el desarrollo ingente de actividades en los ámbitos relacionados con la satisfacción de las necesidades sociales y medioambientales, el segundo llegaría de la mano del reparto del trabajo en los sectores económicos tradicionales que sobrevivirían. Importa subrayar que en este caso la reducción de la jornada laboral bien podría llevar aparejada, por qué no, reducciones salariales, siempre y cuando éstas, claro, no lo fueran en provecho de los beneficios empresariales. Al fin y al cabo, la ganancia de nivel de vida que se derivaría de trabajar menos, y de disfrutar de mejores servicios sociales y de un entorno más limpio y menos agresivo, se sumaría a la derivada de la asunción plena de la conveniencia de consumir, también, menos, con la consiguiente reducción de necesidades en lo que a ingresos se refiere. No es preciso agregar --parece-- que las reducciones salariales que nos ocupan no afectarían, naturalmente, a quienes menos tienen". Carlos TAIBO Doce preguntas sobre el decrecimiento en Javier ENCINA y OTR@S (coord.) Autonomía y Autogestión. Reflexión y trabajo colectivo. UNILCO-espacio nómada. Sevilla 2014



La conferencia

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Un video

martes, 10 de marzo de 2015

Necesidades y satisfactores

Si nos preguntaran ¿qué son las necesidades y los satisfactores?, no habría ningún problema a la hora de resolver esa duda, ni al explicarla con palabras, ni al pensar en un ejemplo. La dificultad está cuando nos quieren hacer creer que las necesidades humanas son infinitas. Además, esto que estamos diciendo se potencia porque en la sociedad del consumo loco, para vender más y a cualquier precio, es imprescindible confundir las necesidades y las formas de cubrir esas necesidades (los satisfactores).


 Las necesidades humanas son más o menos universales (para todas las personas son igual), lo que cambia es cómo las cubrimos (satisfacemos). Esas necesidades son:

-subsistencia (por ejemplo: salud, alimentación, trabajo, etc.).
-protección (por ejemplo: cuidados y cuidar, autonomía, familia, etc.).
-afecto (por ejemplo: amistad, respetar y ser respetado, espacios de encuentro, etc.).
-entendimiento (por ejemplo: crítica, intuición, estudiar, probar cosas distintas, meditar, etc.).
-participación (por ejemplo: proponer, decidir, dialogar, etc.).
-Ocio (por ejemplo: humor, relajarse, divertirse, etc.).
-creación (por ejemplo: pasión, voluntad, trabajo, tener ideas, etc.).
-identificación (por ejemplo: diferencia, pertenecer a algo, valores, etc.).
-libertad (por ejemplo: justicia, igualdad, fraternidad, sororidad, etc.).

Además, a la hora de satisfacer una necesidad hay que tener en cuenta que lo que pienso, siento y hago sea coherente. Si las necesidades humanas son casi las mismas para todo el mundo, los satisfactores (la forma de cubrir esas necesidades) son muchas; dependiendo de nuestro contexto social y cultural, pero también de nuestra creatividad, de nuestras posibilidades, habilidades y sentimientos.

Un satisfactor puede cubrir varias necesidades. Para que se pueda entender mucho mejor, vamos a dar un ejemplo que nos puede ayudar: el darle pecho a tu hijo/hija, puede hacer que la criatura satisfaga las necesidades de subsistencia, afecto, protección e identificación.


Puede ocurrirnos que confundamos una necesidad con un satisfactor, es lo que pasa, por ejemplo, cuando decimos “necesito un coche”, estamos diciendo que el coche es una necesidad, sin embargo, es un satisfactor, lo que ocurre pensando de esta manera (coche = necesidad) es que:

1. No podamos tener un debate sobre cómo conseguir cubrir nuestras necesidades.
2. Que caigamos de lleno en el consumismo compulsivo.

La confusión sobre el coche nos trastorna: ¿nos compramos un coche porque necesitamos cubrir nuestra necesidad de subsistencia, tener como transportarnos? O porque necesitamos cubrir nuestra necesidad de afecto (ligar) y/o identificación (ser reconocido por personas con un estatus social determinado).

Si tuviéramos claro qué necesitamos podríamos pensar cuál es la mejor manera de satisfacerlo, porque puede ocurrir que para subsistir tengamos un trabajo y pensemos que con un coche vamos a ahorrar tiempo y luego tengamos que trabajar más tiempo para pagar el coche y así tener menos tiempo que al principio, y por lo tanto, estar mucho más agobiados que cuando pensamos en comprar un coche para tener más tiempo.



Debemos también decir en este punto que sugerimos no hablar de pobreza, sino pobrezas en plural. Cuando se dice en singular, nos estamos refiriendo exclusivamente a la situación de aquellas personas que pueden clasificarse por debajo de un determinado nivel de ingreso. Por eso cuando hablamos en plural de las pobrezas no es sólo y únicamente una cuestión económica, es decir, de tener/conseguir más o menos dinero al final del mes, así que podemos decir que cualquier necesidad humana fundamental que no es adecuadamente satisfecha revela una pobreza humana. La pobreza de subsistencia (por ejemplo, debido una alimentación y abrigo insuficientes); de protección (por ejemplo, estar expuestos a cualquier forma de violencia o perder nuestra autonomía por tener que depender de las ayudas del gobierno, etc.); de afecto (por ejemplo debido al autoritarismo, la opresión, las relaciones de explotación con el medio ambiente natural, etc.); de entendimiento (por ejemplo, debido a la deficiente calidad de la educación); de participación (por ejemplo, debido a la marginación y discriminación de mujeres, niños y minorías); de identificación (por ejemplo, debido a la imposición de valores extraños a culturas locales y regionales, emigración forzada, exilio político, etc.) y de libertad (por ejemplo, debido a la coacción y la opresión, a la concentración del poder, a la falta de espacios de relación, etc.).

Para seguir http://ilusionismosocial.org/mod/resource/view.php?id=167

viernes, 27 de febrero de 2015

Estratégias de autogestión en el Grand-Yoff. Serge Latouche

Esa presencia obsesiva del dinero, ese comercio constante y perpetuo, ese desarrollo prodigioso de todas las actividades en el corazón del mundo de  náufragos, ¿no  son  la prueba  de la generalización de las relaciones  mercantiles y de  la existencia  de  una  verdadera economía invisible?  El dinamismo que  muestran los excluidos del desarrollo mimético, las actuaciones reconocidas del sector informal en  materia de empleo  y los resultados satisfactorios de sus  ingresos,  ¿no  son  la señal  de  otra  economía, incluso   más  importante, que   deberíamos tener  en  cuenta? El  éxito  incuestionable en  términos de ganancia y crecimiento de algunas personas  en  lo informal -incluso según  los criterios  de la economía oficial  y ortodoxa-, y allí mismo donde las empresas clásicas  (occidentales o públicas)  han  fracasado, ¿no  revela la existencia  de una  verdadera gestión a la africana? Contrariamente a las imágenes estereotipadas, los que  practican  lo informal no son necesariamente indigentes. Con  el humor típico de los africanos, a un barrio  de Grand-Yoff  lo bautizaron «barrio  millonario» porque entre los primeros ocupas se encontraban joyeros acomodados. También se encuentran auténticos millonarios.



¿No  residirá  el desarrollo imposible de África en esta mina? Sistematizando, trasladando y apoyando esas experiencias de autogestión, con apoyo técnico, financiero y normativo, pasaríamos del apaño y el bricolaje  a la industria de pleno rendimiento?.

Esta interpretación de la «economía informal» cada vez está más respaldada  por los grandes organismos internacionales, como  el FMI,  el Banco Mundial u organismos de cooperación como la Caja Francesa para el Desarrollo. También  lo está, salvando  las distancias,  por la mayoría de ONG de desarrollo, así como por numerosos centros de investigación, académicos  y estudiosos. Pero esta interpretación, a pesar de sus aciertos, no es la más exacta ni la más interesante. En lo informal  no estamos en una economía, aunque sea otra, sino que nos encontramos ante otra sociedad. Lo económico no tiene una autonomía propia, si no que encaja en lo social, en especial en las redes complejas que estructuran esos suburbios. Es por eso que los términos  de aeconomía neoclánica  o de sociedad vernácula se ajustan  más a esta realidad compleja  y mutante. Es una interpretación  personal  que  muchas  veces ha sido mal comprendida o no se ha tomado demasiado en serio porque se considera  una hipótesis insuficiente y con tintes de romanticismo.

Es evidente que  la diversidad  de lo informal parece dar la razón  a los intérpretes economistas: omnipresencia del dinero, intercambio de mercancías, existencia  de algunos aspectos negativos, desde la subcontratación más mezquina a los contrabandos más mafiosos...  La sociedad  vernácula no es ni mucho menos  un  retorno  al Paraíso.  «Detrás de la máscara  de una  convivencia  aparentemente armoniosa -señala Werner- existen conflictos  que,  si bien  pocas  veces desembocan en agresiones abiertas,   suscitan   prácticas   mágico-religiosas  (como  por ejemplo el liggeey, o a través de marabouts).» Pero por dramáticas que sean las derivas de brujería y los riesgos de anomia, continuamos alejados de la lógica mercantil.

Tenemos  que  repensar  la relación antagónica de lo informal  y de lo económico para resolver las claves de esta batalla, así como profundizar en los análisis  del encaje de lo económico en lo social. Este cambio  de significado  sólo lo obtendremos a partir  de una  aproximación global al fenómeno, y no a través de casos individuales. Por eso en el siguiente análisis siempre  tendremos presente  este acercamiento global.



Para continuar http://ilusionismosocial.org/mod/resource/view.php?id=596