domingo, 23 de abril de 2017

18 pinceladas sobre los artículos de nuestro libro SIN PODER

SIN PODER. Construyendo colectivamente la autogestión de la vida cotidiana. Javier ENCINA y Ainhoa EZEIZA (coord.)

Ya puedes encontrarte en alguna esquina, o a la sombra de algún árbol con nuestro libro. Este libro forma parte de una tetralogía, en este enlace podéis saber más.

En este enlace tienes este libro completo en LIBRE DESCARGA

Vamos a ir desgranando algunas pinceladas de los artículos que componen este libro.





A modo de introducción, indice y pedidos
http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2017/03/sin-poder-primer-libro-de-la-tetralogia.html









Ficha técnica, más información y puntos de venta

http://volapukediciones.blogspot.com.es/2017/03/sin-poder-construyendo-colectivamente.html




El desempoderamiento. Viviendo la construcción 
de un nuevo mundo sin poder.
Javier ENCINA y Mª Ángeles ÁVILA
https://goo.gl/l8WBzs






Primeros balbuceos para un libro sobre desempoderamiento comunitario. Javier ENCINA, Ainhoa EZEIZA, Begoña LOURENÇO, Nayeli MORENO, Felícitas OVALLE y Carmen PÉREZ



Los ámbitos sociales y la democracia radical (fragmentos). Gustavo ESTEVA



Burocracia y mercado o ciudadanía: la política de los paños calientes y algunas alternativas 
desde el bien común.
Felipe GARCÍA LEIVA.



Desempoderamiento científico.
Ainhoa EZEIZA y Javier ENCINA




Desempoderamiento lingüístico.
Ainhoa EZEIZA, Nahia DELGADO 
y Javier ENCINA




Desempoderamiento educativo. Una introducción.
Ainhoa EZEIZA y Javier ENCINA
https://goo.gl/iBwoD0





Cuentan su historia en el lugar donde pueden vivir. Una andanza barroca.Emiliano URTEAGA, Juan Arturo PADILLA, Emilia NEGRETE, Adrián Alejandro MORALES, Felícitas OVALLE y Julieta SANTOS
https://goo.gl/WUXVhQ




Ilusionismo sanitario: Autogestión de lo cotidiano en salud. Estefanía ZARDOYA






El cuerpo en relación: desempoderamiento, ilusionismo social y culturas populares.
Javier ENCINA y Ainhoa EZEIZA.




Doce preguntas sobre el decrecimiento. 
Carlos TAIBO




La mirada horizontal.
Raúl ZIBECHI

La ruptura.
John HOLLOWAY




Al diablo con las buenas intenciones.
Ivan ILLICH




De cómo Alicia huyó del país de las maravillas.
Emilia NEGRETE



Los poderes del Poder
 y la vida sin poderes.
Javier ENCINA





Aportaciones de Isabel Escudero y dibujos de Erika Garrido











En este programa de Radio Alegría Libertaria, radio libre online, podéis escucharnos hablando sobre este libro.





Al diablo con las buenas intenciones un artículo de nuestro libro SIN PODER






Ya puedes encontrarte en alguna esquina, o a la sombra de algún árbol con el libro SIN PODER. Construyendo colectivamente la autogestión de la vida cotidiana. coordinado por Javier Encina y Ainhoa Ezeiza. 

Vamos a ir dando algunas pinceladas de los artículos que componen este libro.

Información sobre el libro http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2017/03/sin-poder-primer-libro-de-la-tetralogia.html












AL DIABLO CON LAS BUENAS INTENCIONES. 
Ivan ILLICH


Me impresionó también la hipocresía de la mayoría de ustedes: la hipocresía de la atmósfera que domina aquí. Lo digo como un hermano que habla con sus hermanos y hermanas. Lo digo contra mucha resistencia dentro de mí mismo, pero se debe decir. Su conocimiento, su estar abierto a las evaluaciones de los programas del pasado, los convierte en hipócritas dado que (la mayoría de) ustedes ha decidido pasar el próximo verano en México y, por ello, no están dispuestos a explorar lo suficiente respecto a la reevaluación de su programa. Cierran los ojos porque quieren seguir adelante y no lo podrían hacer si se fijaran en algunos detalles. Es posible que esta hipocresía es inconsciente en la mayoría de ustedes. Intelectualmente están listos para reconocer que las motivaciones que pueden haber legitimado las acciones de voluntarios fuera de los Estados Unidos en el 63, no pueden ser invocados para la misma acción en el 68. El comienzo de la década, para los estudiantes estadounidenses bien situados las 'vacaciones con missión' entre mexicanos pobres era 'la' cosa que había que hacer: la preocupación sentimental por la recién descubierta pobreza al sur de la frontera, combinada con una ceguera total frente a la pobreza mucho peor en casa justificaban tales excursiones benevolentes. El conocimiento intelectual de las dificultades de una acción voluntaria fructífera no había desilusionado al espíritu de los Cuerpos de Paz Voluntarios al estilo papal o con estilo propio. Hoy en día, la existencia de las organizaciones como la vuestra es una ofensa para México.

Quería hacer esta declaración para explicar por qué me siento mal acerca de ello y para despertar su consciencia acerca de que las buenas intenciones no tienen mucho que ver con lo que estamos discutiendo aquí. Al infierno con las buenas intenciones. Esta es una declaración teológica. Con sus buenas intenciones no ayudarán a nadie. Hay un dicho irlandés que reza que el camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones (...)


Ustedes y los valores que representan son el producto de una sociedad americana de hacedores y consumidores, con su sistema de dos partidos, su sistema escolar universal y su flujo de carros de familia. Son últimada-conscientemente o inconscientemente 'vendedores' para un balet despistador de ideas de democracia, igualdad de oportunidades y la empresa libre entre personas que no tienen la posibilidad de beneficiarse de ellas.

Después del dinero y las armas, el idealista estadounidense es el tercer bien de exportación más grande de los Estados Unidos. Éste aparece en cualquier teatro del mundo: el maestro, el voluntario, el misionario, el organizador de la comunidad, el desarrollador económico y los vacacionistas buenhechores. Idealmente, estas personas definen su rol como el de servicio. En realidad terminan frecuentemente aliviando el daño causado por el dinero y las armas o 'seduciendo' a los 'subdesarrollados' con los beneficios del mundo de prosperidad y logros. Tal vez para las personas estadounidenses ha llegado el momento de llevar a casa el conocimiento que el tipo de vida que han elegido no está lo suficientemente vivo como para ser compartido.

Ahora debería ser evidente para todos los americanos que los Estados Unidos están metidos en una tremenda lucha por sobrevivir. Los Estados Unidos no pueden sobrevivir si el resto del mundo no está convencido de que aquí tenemos el cielo en la tierra. La sobrevivencia de los Estados Unidos depende de que todos los así llamados 'hombres libres' acepten que la clase media estadounidense 'la hizo'. El tipo de vida de los estadounidenses se ha convertido en una religión que debe ser aceptada por todos aquellos que no quieren morir por la espada - o por el napalm. En todo el mundo, los Estados Unidos lucha para proteger y desarrollar por lo menos una minoría que consume lo que la mayoría estadounidense puede pagar. Este es el propósito de la Alianza para el Progreso de la clase media que los Estados Unidos firmaron con América Latina hace algunos años. Sin embargo, esta alianza comercial a menudo debe ser protegida con armas que permite a la minoría que logra 'hacerla' proteger sus adquisiciones y logros. No obstante, las armas no son suficiente como para permitir que la minoría gobierne. Las masas marginadas se vuelven agrestes a menos de que se les proporcione un credo o una creencia que explique el estatus quo. Esta tarea le es asignada al voluntario estadounidense - sea éste un miembro de la CIASP o un trabajador del así llamado 'Programa de Pacificación' en Vietnam (u otras partes del mundo)....

Doce preguntas sobre el decrecimiento un artículo de nuestro libro SIN PODER






Ya puedes encontrarte en alguna esquina, o a la sombra de algún árbol con el libro SIN PODER. Construyendo colectivamente la autogestión de la vida cotidiana. coordinado por Javier Encina y Ainhoa Ezeiza. 

Vamos a ir dando algunas pinceladas de los artículos que componen este libro.

Información sobre el libro http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2017/03/sin-poder-primer-libro-de-la-tetralogia.html








Doce preguntas sobre el decrecimiento. 
Carlos Taibo


1. En el momento presente, ¿es inequívocamente saludable el crecimiento económico?

La visión dominante en las sociedades opulentas sugiere que el crecimiento económico es la panacea que resuelve todos los males. A su amparo --se nos dice-- la cohesión social se asienta, los servicios públicos se mantienen, y el desempleo y la desigualdad no ganan terreno.

Sobran las razones para recelar, sin embargo, de todo lo anterior. El crecimiento económico no genera --o no genera necesariamente-- cohesión social, provoca agresiones medioambientales en muchos casos irreversibles, propicia el agotamiento de recursos escasos que no estarán a disposición de las generaciones venideras y, en fin, permite el asentamiento de un modo de vida esclavo que invita a pensar que seremos más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos y, sobre todo, más bienes acertemos a consumir. Frente a esto se impone la certeza de que, dejado atrás un nivel elemental de consumo, el acrecentamiento irracional de este último es antes un indicador de infelicidad que una muestra de lo contrario. Es razonable adelantar, por lo demás, que la crisis general por la que atravesamos está llamada a permitir que la conciencia en lo que respecta a estos sinsentidos se asiente en una parte significada de la ciudadanía.

2. ¿Cuáles son los pilares en los que se asientan los sinsentidos del crecimiento?


Son tres los pilares en los que se sustenta tanta irracionalidad. El primero es la publicidad, que nos obliga a comprar lo que no necesitamos y, llegado el caso, exige que adquirimos, incluso, lo que nos repugna. El segundo es el crédito, que históricamente ha permitido allegar el dinero que permitía preservar el consumo aun en ausencia de recursos. El tercero es la caducidad de los bienes producidos, claramente programados para que en un período de tiempo breve dejen de funcionar, de tal suerte que nos veamos en la obligación de comprar otros nuevos. Por detrás de todo ello despunta, en palabras de Z. Bauman, la certeza de que "una sociedad de consumo sólo puede ser una sociedad de exceso y prodigalidad y, por ende, de redundancia y despilfarro".  



Las otras preguntas:

3. ¿Debemos fiarnos de los indicadores económicos que hoy empleamos?
4. ¿No son muchas las razones para contestar el progreso, más aparente que real, que han protagonizado nuestras sociedades durante decenios?
5. ¿Por qué hay que decrecer?
6. ¿Cuál es la actitud que ante lo anterior exhiben nuestros dirigentes políticos?
7. ¿Basta, sin más, con reducir determinadas actividades económicas?
8. Esos valores, ¿son realmente ajenos a la organización de las sociedades humanas?
9. ¿Qué supondría el decrecimiento en las sociedades opulentas?
10. ¿Es el decrecimiento un proyecto que augura, sin más, la infelicidad a los seres humanos?
11. ¿Qué argumentos se han formulado para cuestionar la idoneidad del decrecimiento?
12. ¿También deben decrecer los países pobres?

sábado, 22 de abril de 2017

Desempoderamiento educativo un artículo de nuestro libro SIN PODER






Ya puedes encontrarte en alguna esquina, o a la sombra de algún árbol con el libro SIN PODER. Construyendo colectivamente la autogestión de la vida cotidiana. coordinado por Javier Encina y Ainhoa Ezeiza. 

Vamos a ir dando algunas pinceladas de los artículos que componen este libro.

Información sobre el libro http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2017/03/sin-poder-primer-libro-de-la-tetralogia.html









Desempoderamiento educativo. Una introducción.  
Ainhoa Ezeiza y Javier Encina.

Antes de hablar de lo que es el desempoderamiento, vamos a hacer una breve aclaración de lo que no es. El desempoderamiento educativo no es una metodología, ni tiene formas organizativas prefijadas. No se busca ni la mejora ni la innovación educativa, es decir, no se trata de aprender mejor los contenidos prefijados, como puede pasar con el aprendizaje cooperativo o el aprendizaje colaborativo, que no cuestionan el objetivo sino que únicamente modifican las formas de transmisión del conocimiento predeterminado. El aprendizaje cooperativo busca la mejora de los procesos de producción a través de formas organizativas grupales que suman las partes en un todo (1+1+1+1...) y que se apoyan en asignación de roles; así, se fuerza que el alumnado participe según su rol, mediante la despersonalización y la anulación de su individualidad en favor del rendimiento. En el aprendizaje colaborativo, se supone que el todo es más que la suma de las partes, y se abren procesos de creatividad en el desarrollo de las tareas, tratando de extraer el talento de cada miembro para llegar a niveles de excelencia; en este caso, cada persona tiene que dar todo de sí con el fin de que la tarea o el proyecto sea lo mejor posible, sin cuestionar los fines, en procesos competitivos y círculos de calidad.

Ni siquiera en el caso de que el fin sea reconocido como “de bien social”, como pasa en el aprendizaje-servicio, se tiene en consideración la perspectiva de las personas-alumn@s, que se convienten en trabajador@s siguiendo un modelo social que lleva, con gran éxito, a mantener el sistema tal y como está, dificultando e impidiendo la imaginación de otros mundos posibles. Por muy “socialmente beneficioso” que sea el contenido, las formas de relación son subsumidas y sometidas a otras personas que deciden los fines y los medios. Por eso, el desempoderamiento educativo tampoco se sitúa en el marco de la escuela inclusiva, porque incluir significa excluir, significa que existe un “dentro” y un “fuera”; no se trata de que todo el mundo llegue a los contenidos desde su diversidad, sino que esa misma diversidad sea la generadora de lo que suceda, sin diseñar ni programar ni predeterminar lo que se vaya a aprender.

Cuando programamos nuestras clases, programamos al alumnado, lo robotizamos y lo consideramos objeto de observación, de evaluación y de intervención. Cuando seguimos metodologías, marcamos un camino suponiendo algo que sabemos que no es cierto: que todo el mundo aprende de la misma manera, siguiendo unos pasos determinados que dependen, además, del año de nacimiento de la persona por encima de cualquier otro aspecto de su vida.

El desempoderamiento educativo no es un sueño, no soñamos la escuela, como hacen en las comunidades de aprendizaje. Los sueños no nos sirven si son una herramienta más para señalar objetivos a priori que se imponen sobre la gente, y que vuelven a trazar un camino. El sueño supone separar el pensar del sentir y del hacer, y nos sitúa en el ámbito de la ficción y la proyección futura.

Tampoco es una utopía, algo que está fuera de lugar; algo que está fuera de los espacios y tiempos cotidianos. No se trata de una utopía porque es algo que se está viviendo ya: flexibilizando estructuras y construyendo colectivamente otros mundos que están siendo posibles...

























El tema del desempoderamiento educativo es un tema que tampoco es tan difícil de entender, otra cosa es que queramos o no queramos trabajarlo, o que nos duela perder parte de nuestro poder, pero podríamos decir que de forma general sería: que allí donde tengamos algún tipo de poder, debemos hacer dejación de él. Así, hay estudiantes que tienen poder sobre otr@s estudiantes; están l@s profesor@s que tienen poder sobre el conjunto de estudiantes; está la dirección del centro que tiene poder sobre el conjunto de profesor@s, estudiantes, personal de administración y servicio; está la escuela que tiene poder o tiene profesionalizada la educación con respecto a la comunidad; está la administración educativa que tiene poder sobre la comunidad y sobre los centros educativos... Eso en líneas generales, luego en lugares concretos a lo mejor hay una asociación de madres y padres que tiene poder dentro de un centro, o hay algun@s profesor@s que tienen un lobby, o hay una institución privada que financia y tiene poder... Justamente, lo que hay que trabajar es cómo hacer dejación de poder en cada uno de los ámbitos.

Y no es que haya que desempoderarse en todos los sitios o que se desempodere todo el mundo o si no no se puede hacer, sino realizarla en el sitio donde estemos. ¿Por qué? Fundamentalmente sería porque de esta manera vamos horizontalizando las relaciones, vamos a poder hablar con el resto de la gente que está en nuestro entorno de igual a igual, no de arriba-abajo, o vamos a ir haciendo que eso pueda ir ocurriendo, y por el otro lado, ese mismo proceso va a propiciar que se pueda construir colectivamente el conocimiento, las acciones, los sentimientos que se provocan en esas acciones, y nos enriquezcamos mutuamente todas las personas que convivimos en esta comunidad.

El desempoderamiento educativo une, en el ámbito educativo, la teoría del desempoderamiento con sus ocho pilares (cuidados, libertad, construcción colectiva, confianza, interdependencia y autonomía, alegría, decrecimiento y esperanza) con las formas de trabajar del ilusionismo social, que no es otra cosa que una forma de hacer que se basa en la dimensión dialéctica, tiene como punto de partida las metodologías participativas (especialmente la IAP) y se desarrolla en el trabajo con las culturas populares. Como eje central tiene la dinamización y generación de mediaciones sociales deseadas en los espacios y tiempos cotidianos; para ello hay que trabajar con y desde la gente, moviéndonos desde la seguridad de lo posible hacia la esperanza de lo imposible, mediante la autogestión de la vida cotidiana. Sin poder diferenciar el pensar y el sentir, la acción y el conocimiento, el reconocimiento y el aprendizaje de todos los saberes.