El próximo miércoles 24 de junio a las 19.00 h en se desarrollará la 3ª actividad de las Jornadas Internacionales de Desempoderamiento, con una sesión dedicada a LA ESCUELA COMÚN con el Proyecto La Escalerita (madres sevillanas) y Ainhoa Ezeiza (profesora de la Escuela de Magisterio de la UPV en el campus de San Sebastián). El lugar es en Conjunto Residencial Santisima Trinidad, Carretera Carmona nº 31-33 local 4. Sevilla.
La sesión concluirá con un cuentacuentos a cargo
de Jhon Ardila
Las fuerzas centrífugas huyen del centro, tienden a alejar los objetos del eje de rotación y a que salten o salgan de la espiral objetos de forma inesperada. Las fuerzas centrípetas empujan a los objetos bajo su influencia hacia el centro y son las fuerzas responsables de mantener el movimiento circular.
Siguiendo la analogía de estas fuerzas, la escuela centrípeta (la mayoritaria) gira hacia dentro, atrapa lo que encuentra fuera de la escuela y lo mete dentro de su ámbito de fuerza.
Incluso en su versión más alternativa, como por ejemplo las comunidades de aprendizaje, toman lo que rodea a la escuela y lo introducen como elemento escolar (historias del pueblo, habilidades o ideas de l@s vecin@s o familias...) para seguir manteniendo el círculo, llevando las relaciones siempre hacia adentro. La escuela centrípeta lo que hace es uniformizar, crear como un desierto cultural a su alrededor, poniendo a la Escuela como centro de la cultura. Y esto lo encontramos en escuelas de titularidad pública, en escuelas de titularidad privada, en escuelas de titularidad privada individual, en escuelas de titularidad privada grupal, en escuelas concertadas, en escuelas no concertadas, en escuelas libres...
En cambio, el desempoderamiento educativo propone trabajar huyendo del centro y permitiendo que las cosas se le escapen hacia afuera, de forma que lo que surge en la escuela se comparte en la comunidad, abriendo para abrir, y al estar abierto, permitir también el influjo de la comunidad hacia dentro de la escuela. La escuela centrífuga es la que habría que potenciar, ya que hace que los conocimientos de la escuela circulen en la comunidad sin que la escuela tenga centralidad, convirtiendo a la escuela en un espacio más de la comunidad. Y esto lo encontramos también en escuelas de titularidad pública, en escuelas de titularidad privada, en escuelas de titularidad privada individual, en escuelas de titularidad privada grupal, en escuelas concertadas, en escuelas no concertadas, en escuelas libres...
La sesión concluirá con un cuentacuentos a cargo
de Jhon Ardila
Las fuerzas centrífugas huyen del centro, tienden a alejar los objetos del eje de rotación y a que salten o salgan de la espiral objetos de forma inesperada. Las fuerzas centrípetas empujan a los objetos bajo su influencia hacia el centro y son las fuerzas responsables de mantener el movimiento circular.
Siguiendo la analogía de estas fuerzas, la escuela centrípeta (la mayoritaria) gira hacia dentro, atrapa lo que encuentra fuera de la escuela y lo mete dentro de su ámbito de fuerza.
Incluso en su versión más alternativa, como por ejemplo las comunidades de aprendizaje, toman lo que rodea a la escuela y lo introducen como elemento escolar (historias del pueblo, habilidades o ideas de l@s vecin@s o familias...) para seguir manteniendo el círculo, llevando las relaciones siempre hacia adentro. La escuela centrípeta lo que hace es uniformizar, crear como un desierto cultural a su alrededor, poniendo a la Escuela como centro de la cultura. Y esto lo encontramos en escuelas de titularidad pública, en escuelas de titularidad privada, en escuelas de titularidad privada individual, en escuelas de titularidad privada grupal, en escuelas concertadas, en escuelas no concertadas, en escuelas libres...
En cambio, el desempoderamiento educativo propone trabajar huyendo del centro y permitiendo que las cosas se le escapen hacia afuera, de forma que lo que surge en la escuela se comparte en la comunidad, abriendo para abrir, y al estar abierto, permitir también el influjo de la comunidad hacia dentro de la escuela. La escuela centrífuga es la que habría que potenciar, ya que hace que los conocimientos de la escuela circulen en la comunidad sin que la escuela tenga centralidad, convirtiendo a la escuela en un espacio más de la comunidad. Y esto lo encontramos también en escuelas de titularidad pública, en escuelas de titularidad privada, en escuelas de titularidad privada individual, en escuelas de titularidad privada grupal, en escuelas concertadas, en escuelas no concertadas, en escuelas libres...
En realidad, no estamos hablando ni de una escuela pública ni de una
escuela privada, no estamos hablando de quién es el dueño de la escuela,
sino de quién la usa y cómo. Y por eso apostamos por una escuela común,
común de comunitario, donde la comunidad use los espacios existentes
relacionándose de igual a igual, creando y construyendo colectivamente,
provocando identificaciones que posibiliten el seguir generando culturas
populares que puedan mezclarse con otro tipo de conocimientos, tanto
locales como supralocales.
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